17 Abr El Cocker Spaniel
Unos dicen que su origen es hispano, otros defienden su cuna Galesa… sea cual sea su origen, estamos ante una de las razas de perro que más querida ha sido en nuestro país siempre.
Como sucede en un gran número de razas, el origen del Cocker Spaniel, no está del todo definido. La gran mayoría acepta la presencia de unas razas “Spaniel” procedentes de Gales y la procedencia, más o menos directa de nuestro protagonista, del “Field”, una raza de la que se perdió el contacto en el siglo XIX…
Los “Spaniel” constituyen una de los mayores grupos dentro de las razas caninas. Existen referencias de este grupo desde el siglo XIV y estaban divididos en dos subgrupos: los “Land Spaniel” o Spaniel de Tierra y los “Water Spaniel” o Spaniel de Agua”. Los “Land Spaniel” eran considerados los “trabajadores del campo”; los más pequeños recibieron el nombre de “Cockers”.
Fue un tal Edwards en 1801 el que dividió los pequeños “Land Spaniel” en dos grupos: los “Starters” y los “Cockers”, en referencia a sus capacidades de participación en la caza; los “Starters” eran los más dotados para la cetrería y los “Cockers” para la caza de la becada (“woodcock”).
Tras las lógicas dudas, cruces, divisiones y problemas que el nacimiento de cualquier raza conlleva, el Cocker Spaniel Club hace acto de presencia en 1902; esta organización fue la primera en describir la raza de forma independiente a todas sus predecesoras, apoyándose en el trabajo que se realizaba en Estados Unidos y Gran Bretaña.
En estos países se siguieron caminos distintos: en las islas se mantuvieron fieles al trabajo de estos animales en la caza, pero en Estados Unidos se centraron más en la apariencia externa.
La divergencia entre ambas tendencias dio lugar a dos variantes de Cocker que hoy conocemos: el inglés y el americano.
Pero la funcionalidad a ultranza defendida en los primeros años por los ingleses, dio paso a que muchos criadores pensaran y consiguieran estilizar a sus ejemplares, reducir su tamaño y abrir el mercado a los propietarios de animales de compañía.
DESCRIPCIÓN
Aspecto general: Animal robusto, equilibrado, compacto.
Cabeza y cráneo: Hocico cuadrado, cráneo desarrollado y bien modelado. La trufa ancha para desarrollar sus dotes olfativas.
Ojos: Grandes pero no saltones, brillantes y alegres. De color marrón a marrón oscuro.
Orejas: De forma lobular y de inserción baja. Extendidas deben llegar a la punta de la nariz. Cubiertas con pelo largo y sedoso.
Maxilar y dientes: Maxilares fuertes, con dentadura sana y completa; mordida en tijera, es decir, que la cara interna de los incisivos superiores está en contacto con la cara externa de los incisivos inferiores y colocados en ángulo recto con los maxilares.
Cuello: Moderadamente largo y musculoso. Sin papada.
Extremidades:
- Anteriores: Extremidades rectas. Longitud corta para desarrollar fuerza.
- Posteriores: Anchas, redondeadas y musculosas.
Cuerpo: Fuerte, compacto. Tórax bien desarrollado y esternón profundo. Las costillas bien arqueadas.
Cola: Su implantación debe ser ligeramente mas abajo de la línea dorsal. El perro debe llevarla recta continuando la línea dorsal, nunca en alto. Generalmente amputada (ni demasiado corta que no se vea, ni muy larga)
Pelo: Liso, sedoso, nunca áspero u ondulado.
Color: Existe una amplia variedad de colores; los hay para todos los gustos, con un total de quince posibilidades. Existen básicamente dos tipos de categorías en el Cocker Spaniel Inglés: los uniformes, que son los ejemplares de un solo color: dorado o rojo, negro, hígado o chocolate y el negro y fuego (en estos colores sólo se admite una ligera mancha blanca en el pecho), y el otro gran grupo lo forman los “multicolores”: aquellos que muestran combinaciones de cualquiera de los anteriores colores con el blanco (a su vez pueden ser puros o jaspeados en mayor o menor intensidad, en este caso recibe el nombre de ruano).
Talla: Altura (a la cruz): Los machos entre 39 y 41 cm; las hembras entre 38 y 39 cm
Peso aproximado entre 13 y 15 Kgs
CARÁCTER
El Cocker Spaniel Inglés ha pasado en no demasiado tiempo, de ser un especializado cazador a ocupar un importante lugar en nuestros hogares.
Su origen hace de él un animal activo, fuerte, alegre, inquieto, curioso… por lo que es nuestra obligación facilitarle suficiente tiempo de expansión “de puertas afuera”
Son excelentes animales de compañía, pero no debemos dejarnos “camelar” por su dulce expresión y tendremos que enseñar las normas básicas de educación y convivencia desde el primer momento.
Son animales con suficiente carácter como para intentar “evitar” las órdenes mal aprendidas y exhibir sus dotes de liderazgo si no dejamos claro el posicionamiento del animal dentro de la familia.
CUIDADOS
En general podemos decir que nos encontramos ante una raza “fuerte”; su organismo es capaz de enfrentarse a la mayoría de problemas con una básica ayuda de sus propietarios.
Si seguimos una adecuada pauta de alimentación adaptada a su edad, actividad y estado, habremos conseguido cubrir gran parte de sus requerimientos generales; en este punto debemos hacer referencia a que el Cocker Spaniel Inglés es una de las razas más tendentes a padecer problemas de sobrepeso y obesidad, por lo que es muy importante ceñirnos a las recomendaciones del fabricante de alimento y a las sugerencias del veterinario.
Si completamos la adecuada dieta a un ejercicio suficiente, los problemas de sobrepeso nunca afectarán a nuestro amigo.
