El gato siamés es indudablemente uno de los animales más bonitos de todo el mundo, no solamente por la tonalidad de su pelaje, sino también por su color de ojos azules como el cielo.
¿De dónde proviene esta raza?
El gato siamés es una raza proveniente de Siam, Tailandia, la cual fue llevada a Inglaterra en el año 1880. Diez años más tarde, se vieron los primeros ejemplares en Estados Unidos. Hay una historia con respecto a esta raza, debido a que como eran tan difíciles de conseguir, solamente se obtenían por el Rey Siam si a este se le hacía algún favor, por tanto, la raza se mantenía en el palacio del rey. El primer ejemplar visto en Inglaterra, fue un regalo del Rey al embajador británico.
Características y comportamientos
El macho puede pesar entre 4 kg y 5 kg, mientras que la hembra puede llegar a pesar entre 2,5 kg y 3 kg. Esta raza es estilizada y sus extremidades os largas. Su cabeza es triangular, sus orejas grandes y su terminación es el punta. Por otro lado, la nariz es larga mientras que el pelaje es corto y suave. Los ojos del gato siamés son azules, aunque su intensidad suele variar según la especie. Generalmente su color oscuro se encuentra en donde la temperatura del animal es más baja, como en la cara, las orejas y la cola; luego, el resto del cuerpo es beige.
Como la gran mayoría de los felinos, el siamés es un animal totalmente independiente, aunque de todas maneras son fieles a sus amos y afectuosos. Son sociables y curiosos, ya que adoran investigar los rincones. Una de las ventajas es que su pelo corto no requiere cepillados constantes y además se higienizan con su lengua durante 10 minutos por día. Una de las desventajas es que en su época de celo tienen un maullido irritante.
Autora: Flavia Porro